Uñas encarnadas: Dile adiós al dolor con la ayuda de un podólogo

Las uñas encarnadas, también conocidas como onicocriptosis, son un problema común que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Si bien las uñas encarnadas pueden ser dolorosas y afectar negativamente la calidad de vida, afortunadamente son una afección tratable. En este post, trataremos en detalle qué son las uñas encarnadas, sus causas, síntomas, tratamientos profesionales, cuidados posteriores y medidas de prevención para evitar su recurrencia.

¿Qué es una uña encarnada y por qué se produce?

Definición de uña encarnada

Una uña encarnada se produce cuando el borde de la uña, generalmente de un dedo del pie, crece de forma anormal y se curva hacia adentro, clavándose en la piel adyacente. Esto provoca una serie de molestias, incluyendo dolor, enrojecimiento, inflamación e incluso infección en casos severos.

Causas de la uña encarnada

Las causas de las uñas encarnadas son diversas y pueden actuar de forma individual o en conjunto. A continuación, se detallan las causas más comunes con mayor profundidad:

Corte inadecuado de las uñas

Es uno de los errores más frecuentes que conduce a las uñas encarnadas. Por un lado encontramos el problema de cortar las uñas demasiado cortas, se elimina la parte blanca natural que protege el borde de la uña, permitiendo que este se clave fácilmente en la piel. Y por otro lado está el problema de cortar las uñas en forma redondeada, ya que crea esquinas afiladas en la uña que pueden penetrar con facilidad en la piel circundante. Se recomienda cortar las uñas rectas, siguiendo la forma natural de la punta del dedo.

Calzado ajustado

Usar zapatos que aprietan los dedos de los pies, especialmente durante largos periodos de tiempo, ejerce una presión constante sobre las uñas, deformándolas y aumentando la probabilidad de que se encarnen. Esto es particularmente común en zapatos con punteras estrechas o tacones altos, que concentran la presión en la parte delantera del pie.

Traumatismos

Golpes, patadas u otras lesiones en las uñas pueden alterar su crecimiento normal, provocando que se curven o se deformen, lo que facilita su encarnación en la piel. Este tipo de traumatismos son más frecuentes en deportistas o personas que realizan actividades físicas de alto impacto.

Deformidades de las uñas

Uñas naturalmente curvas, gruesas o con formas irregulares tienen mayor predisposición a encarnarse. Esto puede deberse a factores genéticos o a ciertas condiciones médicas, como la hiperhidrosis (exceso de sudoración) o la onicomicosis (hongos en las uñas).

Condiciones médicas

Enfermedades como la diabetes, la artritis reumatoide o la psoriasis pueden aumentar el riesgo de sufrir uñas encarnadas. Estas afecciones pueden alterar la circulación sanguínea en los pies, afectar el crecimiento normal de las uñas y debilitar la piel, haciéndola más susceptible a la penetración de las uñas.

Factores hereditarios

La predisposición a las uñas encarnadas puede ser hereditaria. Si uno o ambos padres tienen antecedentes de esta afección, es más probable que sus hijos también la experimenten. Esto se debe a que la forma de las uñas, la curvatura natural y la tendencia a deformarse pueden estar parcialmente determinadas por la genética.

Síntomas de una uña encarnada ¿Cómo identificarla?

Signos y síntomas comunes

Los síntomas de una uña encarnada varían en intensidad según la gravedad de la afección. Sin embargo, los signos y síntomas más comunes son:

  • Dolor: El síntoma principal de una uña encarnada es el dolor en el dedo del pie afectado, especialmente al presionar sobre la uña o al usar zapatos. El dolor puede ser leve o intenso, dependiendo de la profundidad en la que la uña se haya clavado en la piel.
  • Enrojecimiento e inflamación: La piel alrededor de la uña encarnada suele enrojecerse e inflamarse, debido a la irritación y el daño causado por la uña.
  • Hinchazón: El dedo del pie afectado puede hincharse, lo que puede dificultar el uso de zapatos y aumentar el dolor.
  • Sensibilidad al tacto: La zona afectada puede ser sensible al tacto, incluso al roce leve con la ropa o las sábanas.
  • Dificultad para usar zapatos: El dolor y la inflamación pueden dificultar el uso de zapatos, especialmente aquellos que aprietan los dedos del pie.
  • Pus o secreción: En casos graves de uñas encarnadas infectadas, puede observarse pus o secreción de color amarillo o verdoso proveniente de la zona afectada.

En algunos casos, las uñas encarnadas pueden causar otros síntomas como pueden ser:

  • Mal olor: Si la uña encarnada está infectada, puede producir un mal olor desagradable.
  • Sangrado: Al presionar la uña o al intentar cortarla, puede producir sangrado.
  • Cambios en la forma de la uña: La uña encarnada puede deformarse o cambiar de color.

Diferenciación de otras afecciones

Es importante diferenciar las uñas encarnadas de otras afecciones que pueden presentar síntomas similares, como:

  • Infección por hongos en las uñas: Puede causar dolor, enrojecimiento e hinchazón, pero no suele implicar que la uña se clave en la piel.
  • Verrugas: Las verrugas plantares pueden causar dolor y sensibilidad, pero no están relacionadas con las uñas.
  • Lesiones en el dedo del pie: Fracturas o esguinces pueden causar dolor e hinchazón, pero no se asocian con uñas encarnadas.

Tratamiento profesional de la uña encarnada

El tratamiento de una uña encarnada dependerá de la gravedad y de los síntomas que presente el paciente. En general, los podólogos, como profesionales expertos en el cuidado de los pies, cuentan con una gran cantidad de estrategias para tratar las uñas encarnadas de manera efectiva y segura.

Tratamientos según la gravedad

Dependiendo de la gravedad de afección, podemos encontrar distintos tipos de tratamientos para el problema de la uñas encarnadas.

Casos leves (dolor leve, enrojecimiento e hinchazón moderados)

Para casos leves, existen 2 tipos de tratamientos posibles, el corte y limado de uña y por otro lado el uso de aparatos ortopédicos.

  • Corte y limado de la uña: consiste en el uso de instrumentos especializados como bisturís, corta uñas y limas para cortar y limar de una manera cuidadosa la uña. Con el objetivo de aliviar el dolor y presión sobre la zona afectada.
  • Uso de aparatos ortopédicos: El podólogo coloca un aparato ortopédico debajo de la uña afectada. Estos aparatos están diseñados para elevar la uña y separarla de la piel para su correcto crecimiento.

Casos moderados (dolor intenso, enrojecimiento e hinchazón significativos, posible infección)

Para casos moderados, el tratamiento consiste en realizar taponamientos y vendajes, el podólogo aplica apósitos o vendajes especiales empapados en soluciones antibióticas y antisépticas para reducir la inflamación y controlar la infección.

Casos severos (dolor intenso, infección avanzada, deformidad significativa de la uña)

En casos severos es posible que sea necesaria la extracción total o parcial de la uña. Este procedimiento se realiza bajo anestesia local, el podólogo extrae la uña parcial o totalmente según la gravedad, con el objetivo de eliminar la fuente de dolor e infección.

Casos muy complejos o recurrentes (deformidades severas, infecciones recurrentes)

En estos casos, el mejor tratamiento es hacer uso de técnicas quirúrgicas avanzadas como la matricectomía parcial o la plastia ungueal, que involucran procedimientos más invasivos y requieren mayor tiempo de recuperación. Estos procedimientos de cirugía avanzada tienen como objetivo corregir deformidades de la uña, eliminar tejido infectado o la prevención.

Cuidados posteriores y prevención de la reincidencia

Después del tratamiento, es crucial seguir las recomendaciones del podólogo para prevenir la reincidencia de la uña encarnada. Estas recomendaciones pueden incluir:

  • Cortar las uñas rectas.
  • Dejar un pequeño borde blanco de la uña sin cortar.
  • Usar zapatos que calcen bien y no aprieten los dedos.
  • Evitar actividades que puedan lesionar las uñas.
  • Inspeccionar las uñas regularmente para detectar signos de encarnación.
  • Acudir al podólogo para revisiones periódicas, especialmente si tiene diabetes u otras afecciones médicas.

¿Cuándo acudir a un podólogo por una uña encarnada?

No ignores las señales, las uñas encarnadas pueden provocar dolor, enrojecimiento, hinchazón e incluso infección si no se tratan a tiempo. Por eso, es importante acudir a un podólogo si experimentas alguno de estos síntomas:

  • Dolor intenso o persistente en el dedo del pie.
  • Enrojecimiento, hinchazón o inflamación en la zona afectada.
  • Pus o secreción proveniente de la uña.
  • Cambios en la forma o color de la uña.
  • Dificultad para usar zapatos.
  • Diabetes u otras afecciones médicas que te hacen más susceptible a complicaciones.

En Clínica El Brillante, nuestro equipo de podólogos en Córdoba está preparado para ayudarte a deshacerte del dolor y las molestias de una uña encarnada de forma rápida y efectiva. Contamos con tecnología de vanguardia, un ambiente acogedor y la atención personalizada que necesitas para recuperar la salud de tus pies y disfrutar de una mejor calidad de vida.

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