¿Cada cuánto tiempo tengo que cambiar de gafas?
Quizás os habéis comprado unas gafas nuevas y os habéis quitado por fin esas gafas que parecían una extremidad más de ti.
Pero, realmente sabes cada cuánto tiempo has de cambiar de gafas.
Según recoge el Colegio Nacional de Ópticos Optometristas, se estima que un 20 por ciento de usuarios de gafas no renueva sus gafas hasta pasados 5 años o más. Sin embargo, esperar a que nuestras gafas estén dañadas, rotas o con los cristales rayados no es lo más correcto para mantener en buenas condiciones nuestra salud ocular.
Las gafas no son un artículo de lujo, sino un elemento de primera necesidad para muchos usuarios, la industria lo sabe y por eso cada vez existen mejores ofertas en cuanto a gafas.
- Si ves mal, no lo dejes pasar
No esperes a notar que estás perdiendo calidad de visión con tus gafas actuales. Anticípate acudiendo a revisión cada año en el óptico optometrista para comprobar si tus dioptrías han cambiado o no. Por otra parte, si al llevar tus gafas actuales, notas síntomas como visión borrosa, molestias oculares, dolor de cabeza, parpadeo constante, cansancio… será fundamental que visites al óptico optometrista cuanto antes, ya que esto es señal de que tus lentes no son las correctas para mejorar tu vista.
Lo que debes evitar es comprar gafas premontadas, también conocidas como gafas de farmacia.
- Niños y adolescentes
Las dioptrías varían rápidamente sobre todo en los niños y adolescentes, puesto que están en pleno proceso de crecimiento. Cuando se les ha diagnosticado algún defecto visual de tipo refractivo, es posible que el óptico optometrista recomiende pasar por revisión cada seis meses para adaptar las gafas a la nueva condición visual. En el caso de los adultos, la graduación también puede variar con el tiempo, por lo que es muy conveniente hacerse una revisión visual al menos una vez cada año.
- Adaptación a las nuevas gafas
Una vez que renueves tus gafas debes tener en cuenta que tendrá que pasar un tiempo prudente hasta que te acostumbres a ellas. Es probable que no veas bien inmediatamente o que te resulten raras o que te parezca que te mareas. No te asustes porque es totalmente normal, tu cerebro necesita adaptarse a las nuevas características de tus cristales.
**Información propia y del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas