Párpados y vías lagrimales | Clínica El Brillante
La cirugía oculoplástica es la cirugía oftálmica orbitaria, así como de las vías lagrimales. Es una especialidad de la oftalmología que trata el tratamiento médico-quirúrgico de enfermedades de párpados, el sistema lagrimal y la órbita, así como en determinados casos de reconstrucción estética periocular debido al envejecimiento de los párpados o cualquier otro motivo. Este tipo de cirugía puede afectar nuestra capacidad visual, por lo que debe ser realizada por cirujanos cualificados con el fin de proporcionar cualquier atención o cuidado que el ojo pueda necesitar.
- Epífora
- Exceso de piel y bolsas palpebrales
- Ectropión
- Entropión
- Orzuelo-chalazión
- Síndrome de ojo seco
- Síndrome del párpado laxo
- Ptosis palpebral
- Blefaritis
- Tumores y traumatismos de los parpados
Preguntas frecuentes
Epífora, Exceso de piel y bolsas palpebrales, Ectropión, Entropión, Orzuelo-chalazión, Arrugas perioculares, de la frente y peribucales, Síndrome de ojo seco, Síndrome del párpado laxo, Ptosis palpebral, Parálisis facial, Ptisis bulbi, anoftalmos: evisceración y enucleación, Implantes orbitarios, Tumores y traumatismos de los parpados, Triquiasis, Blefaroespasmo, Traumatismos y tumores de la orbita o la Enfermedad tiroidea con afectación ocular.
Efectivamente se contempla cirugía o tratamientos de los párpados por razones estéticas como en el caso de las blefaroplastias.
En un principio no hay porqué preocuparse, las legañas no son más que acúmulos de lágrima y células muertas que produce nuestra conjuntiva. Sin embargo el color si es un factor que nos puede indicar ciertos problemas o alteraciones respecto a las causas normales en la formación de las legañas.
Para limpiar las legañas no hay un secreto o metodología especial, si están secas y duras, bastará con humedecerlas primero con una gasa o algodón con agua tibia y retirarlas después con el mismo algodón o gasa después, pasándolo de manera delicada por las pestañas y vértices de los ojos.
Ocurre cuando se da una mala lubricación en la superficie del ojo; ya sea porque se produce poca lágrima o porque las lágrimas son de poca calidad, por lo que se termina produciendo sequedad. Esta sensación, la de sequedad, unida al escozor se ve mitigada al cerrar los ojos. Si la sequedad es leve puede solucionarse con el uso de lágrimas artificiales.